Cangas de Onís: puerta de los Picos de Europa

Hacemos un recorrido por Cangas de Onís: su historia y los recursos turísticos que forman esta maravillosa ciudad llena de cultura.

 

Aunque en el actual emplazamiento de Cangas de Onís se tiene constancia de la presencia humana desde épocas prehistóricas y romanas, su entrada en la gran historia se debe a los primeros momentos de la Reconquista, cuando Pelayo instala en la localidad su sede como capital del pequeño territorio conquistado. Esta dignidad de capital la ostentó durante 57 años, hasta el año 779 cuando el Rey Silo traslada la Corte a Pravia.

En recuerdo de aquella dignidad regia el Rey Alfonso XIII le concedió el título de Ciudad en 1913.

El escudo de la ciudad lleva una cruz de roble (la Cruz que enarboló Pelayo en su Victoria) sobre la media luna invertida en señal de su derrota, sobre el Puente Romano, monumento más emblemático de la localidad. La leyenda dice MINIMA URBIUM MÁXIMA SEDIUM, o sea, LA MAS PEQUEÑA CIUDAD FUE LA MÁXIMA SEDE.

Que ver en Cangas de Onís

  • Capilla de la Santa Cruz y Dolmen:
    La Capilla de la Santa Cruz fue construida en el año 737 por el Rey Favila para albergar la Cruz utilizada por su padre Pelayo en la Batalla de Covadonga.

    La cruz original, de roble, fue trasladada a Oviedo en tiempos de Alfonso III quien mandó recubrirla de oro y pedrerías conservándose hoy en la Cámara Santa como una de las piezas de orfebrería más importantes de la Edad Media española. Esta cruz, junto con la inscripción que lleva en el reverso HOC SIGNO TUETUR PIUS, HOC SIGNO VINCITUR INIMICUS (Con este Signo se consuela al piadoso, con este signo se vence al enemigo), se convirtió en el símbolo del Principado perdurando hasta nuestros días.

    La capilla se construyó sobre un túmulo de un dolmen, con lo que se cristianizaba un lugar sagrado anterior. Este dolmen de grandes piedras verticales y que ha perdido su cubierta, tiene una zona decorada con símbolos geométricos en color rojo.

    La capilla original fue destruida durante la Guerra Civil. La actual, que estilísticamente no tiene nada que ver con el primitivo edificio, data de los años 40, y en su reconstrucción se dejó un espacio abierto para contemplar el dolmen conservado en su parte inferior.

    Capilla de la Santa Cruz
  • Puente Romano:
    El llamado Puente Romano es una construcción que data de la Edad Media, posiblemente del S.XIII, pues es de estilo gótico, aunque con toda seguridad sustituyó a otro anterior, probablemente romano.

    La población local denominaba al puente sólo como “El Puentón”.

    Llama la atención la espectacularidad de su arco central de 21 mts. de alto y otros tantos de ancho. En el centro de este arco cuelga una reproducción de la Cruz de la Victoria, símbolo de Asturias y de Cangas de Onís, colgada con motivo de la entrada triunfal de la Virgen de Covadonga en su regreso al Santuario después de la Guerra Civil en 1940.

    De la cruz cuelgan dos letras sobre las que muchos visitantes desconocen el significado: son el Alfa y la Omega, primera y última letra respectivamente del alfabeto griego, simbolizando una parábola de Cristo según la cual El es el principio y fin de todas las cosas.

    Puente Romano
  • Iglesia vieja, Aula de la Monarquía Asturiana:
    La primitiva iglesia de la Asunción conserva una sencilla cabecera del S.XV cubierta con bóveda de crucería, aunque el resto del edificio se sustituyó por la ampliación neoclásica del S.XVIII.

    Actualmente está siendo acondicionada para albergar el Aula de la Monarquía Asturiana, un recorrido interpretativo por los orígenes legendarios de la monarquía asturiana en Covadonga y la etapa en la que Cangas de Onís fue sede de la corte y capital del nuevo reino.

  • Capilla de San Antonio:
    Edificio neoclásico del S.XVIII, está dedicada al patrono de Cangas de Onís, San Antonio de Padua, cuya festividad, el 13 de junio, concentra a miles de personas en una animada y colorista romería en el robledal del entorno de la capilla. Este robledal, como recuerda la inscripción de la mesa de piedra situada en el centro, fue plantada por Don Sebastión de Posada y Soto en 1786 por lo que los árboles tienen más de doscientos años.
  • Iglesia de Santa María:
    Construída a expensas de Don José González Soto, sustituyó a la primitiva iglesia de la Asunción de Cangas de Arriba. Fue inaugurada en 1963. Destaca especialmente su cuerpo de campanas, de 33 mts. de altura y con tres pisos que albergan un total de 9 campanas. Sobre su arco de entrada se sitúa el escudo de la ciudad. El interior destaca por su sobriedad, adornada exclusivamente por las monumentales vidrieras y los frescos del crucero.

    Iglesia de Santa María
  • Ayuntamiento:
    Edificio construido en el último tercio del S.XIX, es obra del Arquitecto Javier Aguirre, y de estilo clasicista. Mantiene el doble uso de Ayuntamiento y Juzgado. En el interior de las dependencias municipales se conservan varios lienzos del pintor José Ramón Zaragoza.
  • Palaciu Pintu – Mercado:
    Este edificio de mediados del S.XX, recibe su nombre de otro anterior desaparecido en la Guerra Civil al que imita, llamado así precisamente por la decoración que adorna su fachada. En el centro de la torre se sitúa el antiguo escudo de armas del primitivo edificio del S.XVII cuya inscripción reza: “Los Barelas y los Bermúdez, Ulloas y Villalobos, tan antiguos en Galicia como en Castilla los Godos / Por mi ley y por mi rey moriré”.

    Bajo el escudo se sitúa el busto en bronce de Juan Vázquez de Mella y Fanjul, militar, escritor y político conservador nacido en Cangas de Onís a mediados del S.XIX. La escultura es obra del artista Gerardo Zaragoza.

    Todo el entorno del Palaciu Pintu, y especialmente los soportales, lo ocupa el mercado dominical, el más concurrido de la comarca, que concentra un gran número de mercaderes de todo tipo, pero que mantiene viva la esencia de mercado comarcal, pues aún le dan vida las señoras de los pueblos de alrededor que vienen a vender sus producciones hortícolas o sus productos artesanos: queso, mantequilla, miel, y un largo etcétera de verduras, legumbres y frutas.

  • Monumento a Pelayo:
    En el pequeño jardín situado frente a la iglesia se localiza una escultura de Pelayo como guerrero, obra de Félix Alonso.
  • Casa Dago:
    Esta casona de estilo montañés, construída en 1920, perteneció a la familia Dago-Cortés, hasta que en 1993 pasó al entonces ICONA para ser utilizada como Centro de Información y oficinas administrativas del Parque Nacional, función que sigue cumpliendo hoy.

    Preside la fachada un enorme escudo cuyo motivo principal son los Tres Corazones, símbolo de la familia Cortés (“Cor-tres”).

  • Palacio de Soto Cortés:
    Esta casona palacio es uno de los edificios más destacados de la arquitectura señorial del entorno. Construido en el S.XVI y reformado en el S.XVIII, mantiene su uso tradicional de vivienda, y por tanto, propiedad privada, aunque se puede apreciar desde la verja.

    Entre sus ilustres propietarios destacó Don Antonio Cortés Llanos, pionero de la arqueología en el Principado.

    El palacio tuvo ilustres visitantes como la Reina Isabel II y el ministro ilustrado Jovellanos.

  • Calle San Pelayo:
    Esta arteria, paralela a la actual calle principal, fue hasta principios del S.XX, la calle principal de Cangas de Onís, y aún hoy sigue siendo el corazón comercial de la ciudad, además de conservar los edificios más antiguos de la moderna ciudad.
  • Casonas y Chalets Modernistas:
    En Cangas de Onís se produjo durante el S.XIX un fuerte movimiento migratorio hacia las colonias hispanoamericanas, donde muchas familias hicieron fortuna con ingenios de tabaco o comercio, permitiéndoles a su vuelta la construcción de pequeñas villas o chalets que hoy son una muestra magnífica de estilos artísticos historicistas, regionalistas o modernistas.

    Aunque muchos de los edificios han ido sucumbiendo al crecimiento urbanístico, aún se conservan extraordinarios ejemplares en el barrio de Contranquil, en la Avenida de Castilla y en el barrio de Prestín.

  • El Parque:
    El parque, en realidad un pequeño jardín urbano, es el corazón de la ciudad, lugar de encuentro en sus terrazas de verano y espacio predilecto para los juegos de la chiquillería, lo que lo convierten en un espacio siempre animado.