INICIO: Puente Vidosa, en el desfiladero de los Beyos.
FINAL: Puente Vidosa
TIEMPO IDA Y VUELTA: 3 horas
DIFICULTAD: Fácil
ELEMENTOS DE INTERÉS: Hayas ripícolas, aldea abandonada
ACCESOS: Por la N-625 hay que entrar en el desfiladero de los Beyos y llegar hasta el puente Vidosa, que se encuentra en el cruce de la carretera que sube a Viego y San Juan de Beleño. A la altura del puente hay un restaurante donde se pueden aparcar los coches.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:
El coche se deja aparcado en el puente Vidosa y hay que caminar unos 50 metros por la carretera del desfiladero de los Beyos hasta que aparece, muy bien marcada a la derecha, la senda de Rubriellos.
Cuando surgen los primeros jadeos aparece al lado del camino la espectacular cascada de Aguasalio, con 20 metros de caída entre paredes de roca y frondosa vegetación. El agua de la cascada sale de la pared del desfiladero por una oscura cueva, llamada de Todos los Santos, que recoge el agua de lluvia y el deshielo de las montañas de Rubriellos.
El sendero llega a Rubriellos después de realizar numerosas zetas sorteando hayas y vegetación ripícola, con vistas impresionantes del desfiladero de los Beyos y los enormes muros de piedra que lo forman. Antes de llegar a las viejas ruinas sale un sendero a la izquierda que se dirige a la fuente. La bajada al desfiladero de los Beyos es por el mismo camino: mucha precaución de los tropezones.
Puente Vidosa sobre el bravo cauce del río Sella.